Una parodia a costa d'uno mismo; capturar cuantos fotos el obtulador me permita, con el simple propósito de no ser la persona proyectada, con l'ardor de ser el del espejo, el que sonríe o hace muecas, el que posa n'es su pose pues su pose quiebra el reflejo recordado, el punto cartográfico en una pared de mozáicos y una ciudad d'ilusiones.
Bueno, la foto está tomada y sigue sin ser él, al qu'aman, el que se desprecia el mismo él, y d'él desprendido........ halo reducido a córneas y sus ojos luminarias amargas.
DNL.
col. Cosmopolita
Hace 10 años
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