miércoles, 1 de diciembre de 2010

Un hombre solo

"How perfect is a single man's grief, facing the stormiest weather, yet sighing peacefully in longing… A man another man walked by".

Apenas despierto le sobreviene otra vez aquél fardo de memorias, diluidas en ellas mismas, ininteligibles a veces; memorias de las que apenas lograba acordarse con precisión; y de ellas sólo conseguía atisbar lo que sintió, llanamente eso, lo que sintió.

Desganado se incorpora, ante sus ojos giran las cosas, las ideas y esas pinches memorias. Se levanta. Parece normal, todo es normal, y sin embargo todo es tan distinto de lo que desearía ver.

–¿Es esto real?

Se pregunta a media voz. En la memoria de su sueño la solución de sus memorias en torbellinos resumía sus movimientos, siempre desencajados, tal vez hasta entumecidos. Los sueños, cuales memorias, parecían indiferenciables. Vertió café en la taza, sólo el sonido del líquido existió en su cabeza por unos segundos. De dos jalones de lo tomó.

Tras algunas horas de azaroso trabajo –más trabajo le costó imponerse a sí mismo que su labor–, despertó de nuevo. Se acercó a la ventana y siguió con la mirada el tránsito de la calle. Masculló:

–No pasa nada. "…de días caminamos lado a lado… De esos días se hicieron semanas y meses… …aquél momento en que te me revelaste… …nada sino memoria.

Con la certeza de que todo lo que le había sucedido hace unos meses, hace unos días es irreparable, regresó arrastrándose a su cama.

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